Cueva de Salamanca

La Cueva de Salamanca es uno de los lugares más especiales de la cuidad de Salamanca. El espacio que ocupa la Cueva a día de hoy es en realidad la sacristía de la vieja Iglesia de San Cebrián.

Hay leyendas que cuentan que fue fundada por Hércules y otras que la relacionan con lo árabes o los celtas. Se supone también que en la Cueva se sitúa la entrada a un laberinto de túneles que recorren todo el subsuelo de Salamanca.

Los cuentos dicen que Satanás, bajo la apariencia de un sacristán, educaba a siete alumnos a las ciencias ocultas como adivinación, astrología, quiromancia, nigromancia, magia, etc. Pasados siete años, uno de los siete alumnos debía de quedarse en la cueva de por vida a sus servicios. Otra peculiaridad de esas clases era que se sorteaba el alumno que tenía que pagar las clases de todos, y si no podía, debía quedarse encerrado en la Cueva. Esto fue lo que le pasó al mejor alumno de todos, el Marques de Villena, Enrique de Aragón. El joven fue muy ingenioso, se escondió en una tinaja y el maestro, cuando vio que no estaba, salió de prisa a buscarlo dejando la puerta abierta. Enrique aprovechó el momento para ocultarse en la iglesia y salirse en cuanto se abrió al día siguiente.

En su honor podemos visitar la Torre del Marqués que está al lado de la Cueva, que nos brinda una vistas preciosas sobre la ciudad y la muralla.